
ENTRENAMIENTO CORPORAL COMPLETO
EL EJERCICIO FÍSICO SINCRONIZA Y OPTIMIZA EL FUNCIONAMIENTO FÍSCIOS.
El cuerpo es nuestro cobijo, nuestra parte material. Nada más pensar que nuestro cuerpo está formado por partículas con carga eléctrica que genera una red de células con diferentes funciones, y que esta red sigue creando las partes materiales como los orgánicos, líquidos, huesos etc. de nuestro cuerpo es maravilloso. Es magia. El mantenimiento de esta estructura material es necesaria para poder mantener la magia operativa ya que un cuerpo poco funcional se convierte en la cárcel más pequeña del mundo, nosotros mismos.
La alimentación correcta nos hace mantener la red celular limpia y alimentada con la energía necesaria. El entrenamiento corporal nos hace mantener y aumentar la capacidad de nuestros sistemas corporales. También el entrenamiento genera movimiento en todos nuestras dimensiones por lo tanto también genera una parte de energía para nuestro cuerpo. Igual que el entrenamiento mental no tiene porque ser largo y pesado, el entrenamiento físico tampoco. Siendo consciente, ordenado y con las intenciones claras podemos hacer el entrenamiento en pocos minutos.
El entrenamiento más eficaz para entrenar y mantener la buena condición física es el entrenamiento del sistema esquelético-muscular. Perfecciona la unión y las capacidades de nuestros huesos, articulaciones y músculos dando a nuestro cuerpo un estado ágil y resistente. Además aumenta la flexibilidad. El entrenamiento más eficaz para el sistema esquelético-muscular es el entrenamiento de fuerza, también llamado entrenamiento de residencia, de forma comprimido. La clave es llevar el músculo al límite cruzando justo el umbral de capacidad dónde se rompe la fibra muscular. Con este tipo de entrenamiento se obtiene un 80% del mantenimiento y aumento de capacidad y movimiento que deseamos. Si durante el entrenamiento físico fijamos mentalmente la intención y sincronizamos la mente con el movimiento y la respiración el resultado ser aun más optimo. El entrenamiento tiene a parte de un buen efecto en el sistema esquelético-muscular un efecto en varias más de nuestros sistemas corporales:
Sistema Cardiovascular y Respiratorio.
Aumenta el ritmo cardiaco que incrementa el flujo de la sangre aumentando el nivel de oxígeno y nutrientes que llega a cada parte de nuestro cuerpo.
Sistema Mental, Nervioso y Endocrino.
El entrenamiento físico tiene un efecto físico en el sistema mental dónde se generan reacciones químicos cerebrales que aumenta nuestra capacidad de concentración, la disciplina, flexibilidad cognitiva que nos ayuda a adaptar nuestra conducta y pensamientos a situaciones novedosas, cambiantes e inesperadas. Además libera las hormonas dopamina, serotonina y endorfina que son todas hormonas que generan la sensación de bienestar y placer. El entrenamiento tiene además un efecto directo en las hormonas neurotrófico que genera y mejora la conservación de las neuronas y las funciones ejecutivas que nos ayuda planificar, tomar decisiones, establecer metas, organizar etc. y mejorar la atención, memoria y control conductual. La liberación de la hormona B-endorfinas durante el entrenamiento de fuerza también nos ayuda aumentar nuestro umbral de dolor.
Sistema Digestivo y Urinario.
El ejercicio físico potencia el metabolismo y facilita el proceso digestivo causando una sensación más ligera de nosotros mismos. Además, durante el entrenamiento físico se suele beber mucha agua que también es beneficiosa para nuestro sistema ya que aumenta la expulsión de toxinas del cuerpo por la orina y por el sudor.
Sistema Linfático.
En el sistema linfático es un sistema similar al sistema cardiovascular pero en vez de sangre lleva un líquido llamado linfa. Linfa es un líquido similar a la sangre pero no contiene glóbulos rojos o hemoglobina, ni transporta oxígeno. El sistema linfático y el líquido linfa es la vía de transporte y dónde están situadas las células de nuestro sistema inmunitario, nuestro ejército que nos protege de infecciones, virus y bacterias que pueden causar daños en nuestro cuerpo. El linfa aparte de contener las células de nuestro sistema inmunitario contiene el líquido intersticial que es el líquido que rodea nuestras células, y la grasa absorbida por las células a través de la pared intestinal que debe ser transportada y entregada a la sangre. El ejercicio físico aumenta y facilita la circulación del líquido linfa en los vasos y ganglios, evitando la acumulación de líquidos e inflación en nuestro cuerpo, además manteniendo las células de nuestro sistema inmunitario en un buen estado para la protección de nuestro cuerpo.
Sin duda una rutina clara, ordenada e intencional aumenta nuestro bienestar. La sensación que da un cuerpo energético, ágil y fuerte merece la inversión de una rutina de ejercicios en nuestra vida. Además podemos aprovechar un entrenamiento físico para entrenar nuestra mente y emociones también. La disciplina mental es fundamental en un entrenamiento. Practicar la motivación personal cuando no podemos más, echar para atrás las excusas inventadas por la mente para poder volver a su zona de confort son algunas de las prácticas mentales que podemos hacer durante un ejercicio físico. Igual con las emociones, las situaciones que se presentan provocadas por el esfuerzo del entrenamiento provoca emociones poco complacientes que debemos saber o aprender dominar. Por eso es un momento ideal para entrenar nuestro dominio emocional. Cuando se presenta la pereza, el abandono, la molestía, la incapacidad etc. podemos conscientemente tratar y neutralizarlos para poder seguir con el entrenamiento.